Mirando por el ojo de buey

Un vistazo a todo lo demás, desde mi interior

Monday, July 31, 2006

Abriendo puertas




De cuando en cuando tengo la necesidad de expersar mis sentimientos y emociones, de abrir un poquito la puerta de mi alma. La abro con cautela, pues lo que allí encuentro siempre me encandila, al punto que a veces causa dolor...

Saturday, July 29, 2006

El final del sendero

Camino desbordando energía con un rumbo fijo, los músculos tensos para lograr máxima eficiencia de desplazamiento. Cada minuto cuenta y el tiempo pasa veloz a mi lado mirandome burlonamente al dejarme atrás.

No sé hacia donde me dirijo ni cuándo he de llegar, tampoco sé si me esperan. Si hubiese apurado el paso, tal vez estaría más cerca...

Sigo caminando, me duelen un poco los pies porque mis zapatos no son tan cómodos como parecen y mi ropa no es la más apropiada para este tipo de actividad, aún así, decido continuar la marcha. Pensándolo bien, mi andar se asemeja a la marcha de los soldados en pleno desfile: un pie primero, el otro después, la velocidad está predeterminada al igual que el largo de las zancadas, todo muy pulcro y muy medido, apuntando a un objetivo definido por grandes estrategas.

Me siento cansada. He recorrido ya un buen trecho, sin embargo, al mirar a mi alrededor no parece que haya ido muy lejos. ¿Será este el camino correcto? Creo haber seguido las instrucciones al pie de la letra: "Sigues por este camino. Doblas en la esquina que tiene una iglesia y avanzas hasta el cartel publicitario al final de la calle. A tu izquierda encontrarás una rotonda..."

Tal vez había que doblar en dirección opuesta en aquella iglesia... o quizás... Me detengo. El cansancio físico y la confusión mental me agotan. Siento el peso de las horas caminadas. Me acerco a una plazoleta al lado del camino y me siento a descansar un instante. Me saco los zapatos para permitir que mis pies se deshinchen, mientras intento desconectar mi cerebro de todo lo que ha acontecido. No quiero saber de rumbos ni senderos, de tiempos de llegada ni de metas por cumplir. Sólo quiero aprovechar este momento para distraerme y recuperar el aliento.


Inspiro con fuerza para renovar el aire en mis pulmones. ¡Qué agradable sentir la fresca ola de aire recorrer mi cuerpo!

Ahora que puedo mirar el paisaje que me rodea con más detención, me doy cuenta de la belleza que lo envuelve. Hay más vegetación de lo que parecía en un principio y corre una brisa acogedora. A lo lejos oigo sonidos familiares, tal vez sea un pájaro, o algún insecto. Con admiración recorro el paraje con la vista, llenándome de impresionantes imágenes que alegran mi espíritu. Justo en frente mio, sobre una gran piedra, y algo camuflada entre el ramaje de una enredadera, veo una lagartija que me observa con algo de pudor y otro tanto de extrañeza. ¿Cuándo fue la última vez que vi una lagartija?

Una sensación peculiar me invade, todo parece tan familiar, como si hubiese vivido este instante infinidad de veces antes.

Extrañamente ya no percibo el ruido de la ciudad: no están las micros ni el molesto murmullo de los transeuntes que pasaban tan solo un momento antes a mi lado entre empujones y ceños fruncidos. Sólo soy conciente de los pequeños sonidos naturales que antes se enmascaraban tras la bulla citadina. No sólo oigo a las aves, y las hojas que se mueven con el viento, también siento muchos olores nuevos y percibo imágenes frescas y luminosas. Todo parece renovado, como si fuera la primera vez que percibo esta vida subyacente.

Como si de pronto fuera iluminada por miles de conciencias individuales, me doy cuenta que todo esto ha estado aquí siempre, desde antes que yo naciera, antes incluso que la vida misma. La tierra bajo mis pies respira, siente y crece. Me abraza en un gesto de amor supermo, dándome la bienvenida.

Aquí pertenezo, lo sé. Aquí soy una más entre millares de ráfagas luminosas, aquí mi alma danza libre...

Aquí SOY.

Friday, July 21, 2006

Encuentros



















Solía ver la vida como una constante búsqueda...

hoy la considero un constante encuentro.

Thursday, July 13, 2006

Creando hábitos (reflexiones sobre la vida)

Si lo pienso bien, me doy cuenta que mi vida ha sido una serie de conductas repetitivas que han terminado de-formando mi carácter. Dicho así, suena fuerte: acabo de reducir toda una existencia a un puñado de actitudes y maneras de reaccionar ante estímulos similares. ¿Pero no es acaso eso lo que hacemos constantemente, día a día? Tenemos el hábito de despertar de determinada manera (de inmediato o después de luchar con el despertador), la manera de cepillarse los dientes se transformó en un acto autómata, lo mismo que el cómo ponerse los calcetines. Hay pequeñas rutinas que hemos adoptado y que llevamos a cabo cada día. Estas rutinas también abarcan aspectos más sutiles de nuestra impronta, como lo son la manera de rascarse un ojo, de bostezar, o simplemente la actitud corporal.

Pero el análisis abarca esferas mucho más profundas, que se incrustan en pliegues recónditos de la psicología humana. Tenemos ritos que nos llevan a cometer errores una y otra vez, los que se agravan en cada oportunidad hasta llevarnos a los límites del colapso.

Entonces, resulta práctico volver atrás la memoria, paso a paso, etapa a etapa, para ir encontrando los ritos que nos han conducido a errores, y darnos el tiempo de comulgar con ellos, absorverlos como propios hasta poder mutar su poder destructivo en la sana acción de curación. Llegar tan atrás en el recuerdo hasta encontrar el rito primigenio que ha definido en gran manera el rumbo que lleva nuestra vida.





Por que al fin, la vida es una escuela donde adquirimos nuevos conocimientos que forjan nuestro carácter sin que muchas veces nos percatemos de ello. Nuestra existencia como individuos, como seres únicos, se asemeja a la vida en un moasterio. Somos sin duda monjes en busca del crecimiento espiritual en un templo donde en base a rituales, dedicación y mucha introspección, logramos conectarnos con lo Absoluto y avanzar un pequeño peldaño del espiral hacia la Conciencia Suprema.







Como el cóndor en lo alto de la cordillera, expando mis alas esperando las corrientes cálidas, que me lleven flotando por sobre los ríos y praderas...

Tuesday, July 11, 2006

Mi lindo globito de rojo color...



Afuera llueve, se infiere de la infinidad de pequeños paraguas abiertos que aprecio desde la ventana de mi oficina en las alturas. "Mi oficina" es un eufemismo, pues en la práctica paso las horas del día en un espacio definido por los límites del escritorio donde trabajo, el estante a mis espaldas y el pasillo a mi lado. Anyway, es un día lluvioso, probablemente estemos en presencia de lo que será el frente de "mal" tiempo más fuerte del año (lo que en realidad no significa mucho, pues éste será -y ha sido- un año seco).



Siempre que llueve me siento distinta... creo que es justo decir que me pongo sensible. Sensible, en este caso, no es sinónimo de malhumorada, por el contrario, con días como el de hoy me logro conectar con la vida. Soy receptiva a muchos más estímulos que en un día "normal" y disfruto de cada detalle. Parte de esta sensibilidad se traduce en melancolía, una melancolía grata tal vez, que me acerca de nuevo a la tierra y evita que tanta emoción y energía me lleve volando por los aires hasta reventar como un globo inflado con helio que se acerca peligrosamente a la estratósfera.

Friday, July 07, 2006

One not-so-rainy day



Hasta que llovió... y a cántaros! Anoche desperté con el sonido de las gotas azotando fuertemente el techo. Me dieron ganas de levantarme y salir a caminar por el patio, o al menos de sentarme en el umbral de la puerta de entrada a sentir la noche... pero finalmente no hice nada. Me excusé ante mi propia impulsividad con frases del tipo "es que me tengo que levantar temprano" o "hace tanto frío". Pretextos.











¿Cuándo comencé a posponer mis motivaciones? ¿Cuándo fue la primera vez que le di más importancia a las formalidades que al ser? Y no me vengan con eso de la madurez o del formar parte de la Sociedad. No creo en el Fenómeno Ñu, mi esencia no va con aquello de hacer las cosas porque "es lo que se debe hacer". Soy, luego pertenezco... nunca a la inversa.







Me busco en medio del denso follaje, entre sombras y olor a humedad...



Wednesday, July 05, 2006

Inspiro, miro hacia delante y avanzo...


Ahora sí, después de pelear un rato con la tecnología, logro al fin, subir una foto para el post. No era tan difícil, sólo era cuestión de abrir la página con el navegador adecuado.



Comienzo este blog con algo de incertidumbre, sin saber dónde me llevarán las palabras, en este medio tan cómodo y a la vez peligroso. Peligroso porque no estoy

Imagen obtenida de
http://www.imagina.org/arte/juanluis/Default.html


acostumbrada a compartir mis inquietudes más íntimas con otras personas (soy más bien reservada en lo relacionado a mis más profundos anhelos, lo que es contradictorio con las ansias de escribir que a diario me invaden). Espero eso sí, no censurarme, quiero dejar constancia escrita de los distintos estados de ánimo que me invaden y de cómo voy percibiendo esta existencia tan peculiar, que siempre me deja boquiabierta con algún detalle hermoso que algunos han pasado por alto...



Comienza entonces, una travesía sin puerto de destino...

Miércoles 5 de Julio, 2006
Doy inicio al cuaderno de bitácora.