Mirando por el ojo de buey

Un vistazo a todo lo demás, desde mi interior

Thursday, July 13, 2006

Creando hábitos (reflexiones sobre la vida)

Si lo pienso bien, me doy cuenta que mi vida ha sido una serie de conductas repetitivas que han terminado de-formando mi carácter. Dicho así, suena fuerte: acabo de reducir toda una existencia a un puñado de actitudes y maneras de reaccionar ante estímulos similares. ¿Pero no es acaso eso lo que hacemos constantemente, día a día? Tenemos el hábito de despertar de determinada manera (de inmediato o después de luchar con el despertador), la manera de cepillarse los dientes se transformó en un acto autómata, lo mismo que el cómo ponerse los calcetines. Hay pequeñas rutinas que hemos adoptado y que llevamos a cabo cada día. Estas rutinas también abarcan aspectos más sutiles de nuestra impronta, como lo son la manera de rascarse un ojo, de bostezar, o simplemente la actitud corporal.

Pero el análisis abarca esferas mucho más profundas, que se incrustan en pliegues recónditos de la psicología humana. Tenemos ritos que nos llevan a cometer errores una y otra vez, los que se agravan en cada oportunidad hasta llevarnos a los límites del colapso.

Entonces, resulta práctico volver atrás la memoria, paso a paso, etapa a etapa, para ir encontrando los ritos que nos han conducido a errores, y darnos el tiempo de comulgar con ellos, absorverlos como propios hasta poder mutar su poder destructivo en la sana acción de curación. Llegar tan atrás en el recuerdo hasta encontrar el rito primigenio que ha definido en gran manera el rumbo que lleva nuestra vida.





Por que al fin, la vida es una escuela donde adquirimos nuevos conocimientos que forjan nuestro carácter sin que muchas veces nos percatemos de ello. Nuestra existencia como individuos, como seres únicos, se asemeja a la vida en un moasterio. Somos sin duda monjes en busca del crecimiento espiritual en un templo donde en base a rituales, dedicación y mucha introspección, logramos conectarnos con lo Absoluto y avanzar un pequeño peldaño del espiral hacia la Conciencia Suprema.







Como el cóndor en lo alto de la cordillera, expando mis alas esperando las corrientes cálidas, que me lleven flotando por sobre los ríos y praderas...

2 Comments:

At 8:49 PM, Anonymous Anonymous said...

Salimos de la adolescencia con un modo, con una impronta, con un gesto vital.
Nuestros actos y deliberaciones no son otra cosa que la metamorfosis de este gesto y la culpa posterior que inevitablemente lo acompaña.

Julia Bartolini

 
At 2:26 PM, Anonymous Anonymous said...

El hábito es al principio ligero como una tela de araña, pero pronto se convierte en un solido cable.

Provervio hebreo

 

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