And in the end...

... the love you take

is equal to the love

you make

Hoy me detuve a pensar en el amor que -afortunadamente- he recibido en mi vida. Desde antes de nacer, había ya una familia entera queriéndome, sacrificándose por mí cuando fue necesario. Amándome.



Recordé con especial vividez los momentos que compartí con quienes ya no están a mi lado como antes, los momentos cotidianos: conversaciones, miradas, una mano cálida cuando tuve frío, una sonrisa cómplice.



Y pensé en la cantidad de afecto que recibimos con el correr de nuestras vidas. En las personas que deciden tenernos cerca de su corazón y están siempre dispuestos a apoyarnos cuando pasamos por tiempos difíciles. Porque la vida tiene momentos complejos. Hay etapas de confusión, de dolor, de debilidad de espíritu. Pero uno NUNCA está sola. Siempre en la vida hay amor que inunda nuestra alma y nos baña con esperanza, regocijo y confort.



¡Qué importante recordarlo!



:)





Sí, en mi vida hay amor y es simplemente natural que yo quiera devolverle a la vida ese amor que me ha regalado...