Mirando por el ojo de buey

Un vistazo a todo lo demás, desde mi interior

Thursday, March 22, 2007

...



"Quien nunca ha tenido un perro, no sabe realmente lo que es ser amado"

Schopenhauer

Tuesday, March 06, 2007

El Poder de las Palabras


Hablar. Despacio, poco, suave, fuerte, rápido; hablar ante multitudes, con desconocidos, entre amigos, con uno mismo. Uno habla todo el día, algunos hablan más, otros menos, pero siempre estamos haciendo un intento por comunicarnos verbalmente.
Tengo la convicción de que el diálogo está subvalorado y mal entendido. Es cierto que una mirada puede comunicar mucho más que un par de palabras, que un gesto puede ser mucho más valioso, pero es precisamente porque estamos acostumbrados a hablar sin decir nada.
Parecemos loros repitiedo frases socialmente hechas, utilizando siempre un porcentaje ínfimo de las palabras que tenemos en nuestra disposición. Desperdiciamos el don de la Palabra.
Qué porcentaje de lo que decimos (a otros o a uno mismo) tiene una carga positiva, y cuánto es una crítica descarada. Y no me refiero a los actos concientes: a la rabieta en la micro, o a las malas ondas de oficina. Me refiero a los actos inconcientes de negatividad que compartimos con la humanidad a diario. Las tallas entre amigos muuuchas veces son de frentón chaqueteras.
Cuántas veces me ha tocado escuchar frases entre amigos del tipo "Eres un macabeo, que tiene que andar haciendo mérito para..." o "¿no te estará poniendo el gorro tu señora? . Nunca faltan las tallas del tipo "Es que eres tan tonto", o "estás más gordita...".
Son proclamaciones que nos llenan de una energía negativa. Pura propaganda... si te repiten cada día que no sirves para nada, en algún momento lo terminas creyendo. Y cuando lo crees, ya no te esfuerzas, pierdes la vitalidad, el entusiasmo, nada vale la pena.
Si tomamos conciencia de cómo afectamos nuestra existencia con cada cosa que decimos, tendríamos la capacidad de mejorar nuestras vidas, y de paso la de los demás. De pronto una llamada a un amigo que no ves hace tiempo podría estar sacándolo de la depresión, un gracias, un te quiero. ¿Con qué frecuencia le decimos a nuestros seres queridos lo que sentimos por ellos? Asuminos que lo saben pero no lo decimos. La retroalimentación positiva es escasa y no hay razón para que sea así.
Hay cosas hermosas en el interior de cada uno, no hay excusa para dejarlas ahí... DECIR es un acto poderoso, mágico.
Tenemos el poder de cambair nuestra vida, de mejorar la de los demás, para bien o para mal...
Yo ya elegí...