Je suis libre!

A veces pienso en cómo las decisiones que he tomado y los caminos que he seguido, han definido en gran manera mi forma de ser.

Una de los más grandes regalos que recibimos en nuestra vida es el libre albedrío, la posibilidad de elegir, de tomar decisiones. ¿No es hermoso poder escoger?

Claro, a veces uno se siente comprometido a actuar de determinada manera y va restringiendo el abanico de posibilidades. A medida que avanzamos en nuestra vida, estas libertades no parecen tales, cada vez nos sentimos más esclavos de las circunstancias, de los afectos y del entorno. En ocasiones nuestras decisiones coartan nuestras libertades, muchas veces sin darnos cuenta a tiempo.

Me parece importante discutir el tema, debatirlo para estar alertas del gran poder que tenemos en nuestras manos, de manera que podamos ser concientes de él y usarlo con prudencia y responsabilidad.








Por mi parte, elijo comulgar con la vida, hacerla propia y en el proceso, sentir al Universo mismo palpitando dentro de mí. Elijo mirar a los ojos y transmitir la dicha de compartir un pedacito de eternidad con el otro, con los otros...